El próximo martes 20 de abril Apple vuelve a abrir su particular caja de sorpresas. Lo hace, quizás, con más incertidumbre que nunca. Primero, porque no es un evento institucionalizado como puede ser la WWDC o su evento de otoño. Segundo, porque con el formato virtual las ‘keynotes’ han ganado en agilidad y también han reducido tanto el tiempo consumido como los productos que se ponen. Tres, porque últimamente los de Cupertino presentan menos cosas de las que dan por descontadas en las quinielas.
Así que, por eso mismo, las dudas sobrevuelan el evento del martes, que puede bien puede ser un acto guionizado con bisturí que solo sirva para poner una nueva generación de lo iPads o, por el contrario, sea una fiesta del ‘cacharreo’ como eran no hace tanto tiempo.
¿Qué otra vuelta le van a dar al iPad?
El año pasado las novedades primaverales de Apple pillaron en pleno confinamiento de medio Occidente, así que se limitaron a anunciarlas discretamente, mediante comunicados de prensa. Una de esas novedades fue el iPad Pro, que llegó, entre otras cosas, con un nuevo procesador, un sensor Lidar en su cámara así como un teclado renovado. Se da por descontado que las tabletas de Cupertino serán las que lleven la voz cantante. La invitación que remitieron a los medios, da buenas pistas de ello. El logo de la manzana aparece coloreado en varios trazos, como si se hubiese hecho con un Apple Pencil.
¿Cuál es la gran novedad? En los mentideros especializados la gente anda revolucionada con la pantalla. Este año incluirá tecnología mini LED. Se trata de una tecnología que supone un avance notable frente a la actual generación de LED, consiguiendo reducir el tamaño de los diodos hasta mil veces. Permite, entre otras cosas, crear dispositivos más finos. Teniendo en cuenta que está pensado que se incorpore al modelo de 12,9 pulgadas, esto ayudaría a crear una máquina aún más portátil y liviana. Otras de las cosas que permitiría es crear zonas de atenuación locales, grupos de diodos que funcionen independientemente, permitiendo mejor contraste, mejor color, mejorar el HDR o mejorar los colores negros.
Esta mejora, que se da por supuesta, se ha visto reforzada porque en las últimas semanas el proveedor de Apple para este componente, Ennostar, parece haber conseguido alcanzar la velocidad de crucero en su línea de producción, según Digitimes. Esto ha permitido a la compañía, finalmente, no tener que posponer el lanzamiento. Aún así, la escasez mundial que hay de semiconductores en estos momentos, podría provocar que la oferta fuese inicialmente baja.
¿Solo Pro? ¿Solo Mini LED?
Otra de las cosas que ha sonado con fuerza es el cambio del procesador. Se habla de que los motores de la familia A -que también utilizan los iPhone- quedarían atrás, para abrazar una morfología más cercana a los M1, los chips de diseño propio que el pasado otoño presentó para ordenadores, poniendo en marcha la cuenta atrás para la emancipación de Intel.
Esto podría suponer un plus de potencia para una máquina que ya andaba sobrada de músculo. Andaba tan sobrada que incluso el software había veces que daba la sensación de ser un obstáculo para exprimir al máximo los recursos, ya que tenías un ‘hardware’ más propio de un portátil y con iPadOS la experiencia estaba más cercana al mundo móvil. Este cambio también podría abrir la puerta a utilizar algunos programas concebidos para sus ordenadores en la tableta. Por el momento, eso se ha fomentado en la dirección opuesta (apps de iOS en macOS).
La duda es si habrá alguna novedad más en torno al iPad. La renovación del iPad Air es impensable, dado que el pasado otoño pusieron en la mesa un nuevo modelo, siguiendo el diseño del iPad Pro. Tampoco parece que el iPad (el modelo de toda la vida) vaya a sufrir modificaciones el próximo martes, ya que también se actualizó hace pocos meses. Otra cosa diferente es el iPad Mini, un modelo que sigue teniendo rasgos antiguos como los marcos y el boton ‘Touch ID’ y podría ser un buen candidato a reciclarse.
¿Cómo va a meter Apple un M1 en un iMac?
Una de las cosas que se espera en este 2021 es que la manzana siga despachando nuevos modelos de sus ordenadores con sus propios procesadores. Hasta ahora ha mostrado un Mac Mini, un MacBook Air y un MacBook Pro, que, a pesar de las dudas iniciales, han conseguido mostrar una muy buena relación entre rendimiento y autonomía. No sería de extrañar que Apple opte por hacerles un hueco.
Para este año se esperan nuevos portátiles como un MacBook Pro de 16 pulgadas, pero también un iMac, el equipo de sobremesa de la compañía. La cuestión es que los M1, como se llaman los procesadores de Apple, están basados en la arquitectura ARM. Este diseño se venía utilizando tradicionalmente en el mundo de los ‘smartphones’ y las ‘tabletas’ porque su naturaleza les permite brillar en lo que se refiere a la eficiencia energética, algo fundamental en el mundo de la movilidad.
Pero en el mundo de los ordenadores de sobremesa todo cambia, porque el factor batería desaparece de la ecuación. Sin embargo, a estos aparatos se les pide un mayor desempeño, siendo capaces de asumir tareas más pesadas. Por eso se está barajando que Apple opte por crear versiones de su M1 con hasta 32 núcleos de CPU y 128 de GPU. Esto supondría multiplicar sustancialmente los 8 de CPU y los 8 de GPU que ofrece un modelo como el MacBook Pro. Algo que permitiría asumir, por ejemplo, trabajos con alta carga gráfica como edición profesional de vídeo.
¿AirTags? ¿Otra vez con lo mismo?
Es una de las cosas más esperadas de la manzana. No tanto porque vayan a suponer una revolución, sino porque se ha hablado tanto de ello y tantas veces se daba por supuesto que iban a ver la luz y finalmente no ha ocurrido.
Se trata de unos localizadores tipo Tile pensados para ayudarte a encontrar cosas como las llaves o una mochila a través de la app ‘Buscar’, la misma a la que recurres cuando no encuentras el iPhone, el Apple Watch, los AirPods. Los Airtags, que podrán ser bloqueados para que si alguien los encuentra no pueda emparejarlos con un nuevo dispositivo, funcionará con Ultra Wide Band, que permite ofrecer una precisión mayor que la que ofrece por ejemplo localizadores Bluetooth o que funcionen a través de GPS. Samsung, que estrenó sus SmartTags recientemente, también ha creado un modelo que funciona con esta tecnología, permitiendo utilizar realidad aumentada para facilitar la búsqueda del aparato.
Muchos creen que los AirTags serán la guarnición que complemente el plato principal de los iPads. Por el momento, ha abierto su aplicación ‘Buscar’ a terceros fabricantes, que podrán hacer sus productos compatibles con esta funcionalidad de los dispositivos de la marca. VanMoof un fabricante de bicicletas permitirá saber dónde la dejaste con este sistema o Belkin, fabricante de accesorios, creará también productos compatibles.
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